Y así, después de mucho esperar, un día como otro cualquiera,decidió triunfar... Decidió no esperar a las oportunidades, sino ir a buscarlas. Ver cada problema como una oportunidad de encontrar una solución, ver cada desierto como una posibilidad de encontrar un oasis.
Decidió ver cada noche, como un misterio a resolver, ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrió que su único rival, no eran más que sus propias debilidades. Y que en ellas, está la única y mejor forma de superarnos.
Dejó de importarle quien gana o pierde, aprendió que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendió que el mejor triunfo es poder llamar a alguien "Amigo", que el amor no es un estado de enamoramiento, sino una filosofía de vida. Aprendió que de nada sirve ser luz, sino iluminamos el camino de los demás.
Aquel día aprendió que los sueños existen para hacerse realidad, y desde aquel día ya no duerme para descansar... Duerme para soñar.
