Por primera vez

Fácilmente puedo recordar como fue, como pasó. Aquella tarde repleta de deseo y de calor...

Mi cuerpo temblaba como si dentro de mi hubiese un terremoto, sentía un ligero aire de mujer mayor, un deseo extraño por solo tenerle a mi alrededor. Aun siento su aliento en mi cuello, sus besos en mi cuerpo...

Todo fue de película, todo encantador; sentirle dentro de mí, para mi un gran honor.

Fueron segundos que hasta pensaba tatuarme sus iniciales, fue una sensación extraña repasando las vocales;  todo aquello parecían efectos paranormales, veía por todos lados estrellitas, serpentinas y fuegos artificiales...

Aunque el sol no me acompañe...

Una vez el sol se valla, no sigas caminando. Párate y espera a que vuelva a salir... Aquella vez que me lo dijo, me dijo que lo hiciera; pero yo, nunca paré de caminar.

Según el sol me brindó sus rayos, me paré. Fijé la mirada en lo que me rodeaba, sin darme cuenta las plantas florecían a mi lado, ya siendo de noche o de día y yo me pregunté por qué yo tenía que pararme cuando el sol se fuera... Y llegué a la conclusión, de que por mucho que tarde el sol en salir, por mucho que tarde en irse... Hay que seguir caminando, para poder seguir floreciendo...